- Vuévelo a decir.
-Te amo.
- Nunca dejes de decirlo.
- Te amo, te amo, te amo, te amo.
- Nunca había sido tan feliz en mi vida.
- Yo tampoco.
-¿ Tan feliz como para tocar el cielo con un dedo?
- No, mucho más, al menos tres metros sobre el cielo.
Siempre tú y yo a tres metros sobre el cielo.
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